¿Sabes qué es la Psicología Perinatal?
La Psicología Perinatal es la rama de la psicología que se ocupa de la prevención y cuidado de las familias durante todo el proceso que rodea al nacimiento, de ahí su nombre: peri- alrededor y natal- nacimiento.
Es por tanto la especialidad que estudia y atiende a las madres y a los padres desde que se plantean tener un hijo, pasando por el embarazo, el parto y la crianza de su bebé, y que estudia el desarrollo emocional del niño ya desde la concepción.
Es una disciplina que ha cobrado creciente importancia en las últimas décadas puesto que estudios desde diferentes disciplinas (neurología, genética, psicología, pediatría…) convergen en la misma dirección: la importancia que tienen para el desarrollo físico y emocional del bebé sus primeras experiencias, comenzando éstas ya en la gestación.
¿Qué tipo de situaciones atiende un psicólogo perinatal?
Cualquier dificultad que aparezca relacionada con “el ser padres”, o sea, con la parentalidad, es atendida por el psicólogo perinatal. Algunas de las más frecuentes son:
Problemas de fertilidad y técnicas de reproducción asistida:
En torno a un 20% de las parejas en edad reproductiva tienen problemas para quedar embarazados de manera natural. A este porcentaje se suma el de las personas que por otro motivos (madres solteras por elección o parejas homosexuales por ejemplo) deciden empezar alguna técnica de reproducción asistida. Suponen recorrer un camino, a veces largo y difícil, que no sólo atañe al cuerpo sino también a nuestro mundo emocional. Se estima que un tercio de las personas que se someten a un tratamiento para quedar embarazadas padecen ansiedad o depresión.
Ansiedad o Depresión durante el embarazo:
El embarazo es un momento de cierta fragilidad para la mujer ya que ésta entra en un estado psíquico especial que llamamos “transparencia psíquica” por el cual recuerdos del pasado antes olvidados comienzan a venir a la mente y a hacerse presentes en forma de palabras, imágenes, olores, sensaciones… Esto tiene que ver con el proceso de adquirir una nueva identidad, como madre ahora y ya no como hija; y eso pasa por revisar, en mayor o menor profundidad, nuestra propia historia infantil y puede producir cierta inestabilidad emocional. El hombre igualmente, aunque no pase por el proceso físico, hará su propio proceso de construcción de la nueva identidad de padre y también puede pasarlo mal.
La depresión en el embarazo o postparto pasa en la mayoría de las ocasiones desapercibida y sin embargo produce mucho sufrimiento. Por eso he comenzado una investigación de “prevención de la Depresión Postparto en las mujeres en riesgo” en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y el Hospital del Sureste.
Entre todos tenemos que ir dando visibilidad a cosas que ocurren y que ¡tienen remedio! Si te sientes mal no dudes en decirlo o consultar con un especialista.
Pérdidas Perinatales:
Engloban las pérdidas de más de seis meses de gestación o muertes neonatales precoces (bebés de menos de 7 días de vida) pero también tenemos que pensar en pérdidas tempranas en el embarazo o bebés que fallecen en los primeros meses de vida. El impacto es tremendo y aún hoy parece que este tipo de duelos están negados y silenciados por nuestra sociedad. Los profesionales a menudo no saben cómo tratar a estas familias a la hora de dar la mala noticia o atender el parto; los amigos y otros allegados no manejan con naturalidad la situación después en casa y en el día a día… Todo esto hace que un duelo ya de por sí tan doloroso sea aún más difícil de elaborar.
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Por medio de sesiones clínicas, jornadas y diferentes formaciones, desde el Centro de Psicología Natalia Valverde ponemos nuestro granito de arena de cara a mejorar la atención en el Duelo Perinatal. Una de nuestras iniciativas ha sido invitar a Norma Grau, fotógrafa experta en pérdidas perinatales, que dará un curso de 6 horas en nuestro centro el día 6 de Abril.
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Partos traumáticos:
Por desgracia y aunque vamos avanzando en este sentido (nuevas recomendaciones de la OMS para el parto) todavía ocurre con frecuencia que una mujer lo pase mal y no se sienta bien tratada durante el parto. Esto puede provocar un desajuste inicial que hace que madre y bebé comiencen su relación en unas condiciones menos favorables de las deseadas. Encontrar un espacio donde poder hablar de las emociones vividas ayuda a recuperar el estado de seguridad y bienestar.
Bebés prematuros o con necesidades hospitalarias:
Tener un bebé que requiere de los cuidados de neonatología (UCIN o incubadora) es de lo más doloroso. La maternidad soñada, estar con un bebé sano en tus brazos, se ha truncado. No sólo no tienes a tu bebé contigo sino que tienes un miedo profundo de que las cosas vayan mal y tu hijo se pueda morir. Tus primeras experiencias no son mirar, tocar y reconocer en la intimidad de tu habitación a tu recién nacido sino acudir dolorida a una sala de hospital llena de máquinas y aparatos donde hay otros niños como el tuyo. Apenas eres capaz de reconocer a tu hijo y eso te hace sentir mal. Tampoco te atreves a cogerlo y tocarlo en los casos y ratos que se te permite. ¡Se les ve tan frágiles! Son momentos de mucho dolor. Difícil de explicar para quien no ha pasado por algo parecido. Es una angustia profunda la que sientes dentro. El mundo se para para ti.
Para estas familias el apoyo psicológico es fundamental, pero no todos los hospitales la brindan. Por ello hemos desarrollado un programa de ayuda en el hospital por el que una de nuestras psicólogas se desplaza al lugar donde esté la madre de cara a facilitar la asistencia.
Depresión y ansiedad en el postparto:
La Depresión Postparto es una enfermedad grave, a diferencia del baby blues que es de carácter leve y pasajero; y frecuente: el 15% de las mujeres sufren un episodio de depresión en el primer año tras dar a luz.
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La Depresión Postparto cursa con sintomatología ansioso -depresiva:
- Estado de ánimo triste o deprimido la mayor parte del día.
- Disminución del interés o del placer por todas o casi todas las cosas del día (anhedonia).
- Pérdida o aumento de peso.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o retraso psicomotor casi todos los días.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimiento de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
- Dificultades para concentrarse
- Pensamientos de muerte o ideación suicida.
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Para un diagnóstico de Trastorno Depresivo Mayor (DSM V, APA 2013) la sintomatología debe estar presente durante al menos un período de 2 semanas consecutivas en que la persona manifiesta un mínimo de 5 síntomas y al menos 1 tiene que ser estado de ánimo depresivo y/o disminución del interés o placer por todas o casi todas las actividades.
Si sientes que no eres la misma de antes, que no eres capaz de disfrutar de tu bebé, que estás triste o te sientes culpable y mala madre; y pasan los días y sigues así quizá sea el momento de consultar con un especialista. La Depresión se cura y tú tienes derecho de sentirte bien y ser feliz.
Depresión y Ansiedad en el hombre:
Si bien es cierto que la protagonista principal es la mujer que es quien se embaraza, da a luz y en la mayoría de las ocasiones quien se ocupa de los primeros cuidados del bebé; no debemos olvidar la figura del padre (o la pareja si la hay). Ellos ocupan un lugar de protagonista, secundario, pero protagonista. Y también pueden desestabilizarse, ponerse tristes, tener ansiedad, angustiarse… Las cifras hablan de que un 10% de los hombres se deprimen al convertirse en padres y es que hay muchas cosas que cambian de manera muy rápida, sobre todo a nivel de la pareja.
En el caso de los varones parece que es más difícil aún tomar conciencia de que uno está mal y pedir ayuda y consultar con un psicólogo pero cada día lo hacemos más y eso está muy bien.
Y es que si bien los medios de comunicación nos muestran una imagen idealizada de la maternidad con sus anuncios e imágenes de bebés rollizos, madres peinadas y maquilladas, parejas que se quieren o partos llenos de ternura y amor… como hemos explicado, la realidad es otra bien diferente.
El acceso a la parentalidad supone un momento de crisis vital a todos los niveles y para ambos miembros de la pareja; y a lo largo de las diferentes etapas se pueden presentar dificultades.
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No dudéis en consultar con un especialista en caso de sentir que algo no va bien. El paso más difícil en muchas ocasiones es reconocer que pasa algo y pedir ayuda. Entonces ya hay mucho camino andado.
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